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Las diez últimas trampas de Odyssey para no entregar las monedas a España

¿Una olimpiada, una carrera de fondo? Se van a cumplir 5 años desde que Odyssey Marine Exploration se llevó secretamente 590.000 monedas y objetos expoliados del pecio de la «Mercedes» en mayo de 2007. Y a día de hoy, después de haber perdido el litigio contra España en el Tribunal de Distrito de Florida, el de Apelación y hasta el Supremo, el sprint final se va a convertir una carrera de obstáculos.

En esta fase hay trampas, fosos de agua salada, medias verdades y mucha niebla esperando al abogado que representa a España, James Goold, cuyo trabajo será ímprobo. He aquí un pequeño recuento de los trucos finales de los cazatesoros.

1.) Que vengan a por ello si lo quieren.

Ante la orden taxativa del juez de que «devuelvan los objetos a España», Odyssey arguye que entiende ahora que los representantes españoles deberían acudir al almacen que custodia las monedas (donde los cazatesoros han dejado la cuenta sin pagar) y que ellos se desentienden. Olvidan que llevaron allí las monedas sin consentimiento.

2.) Donde dije: «¡Pago!», digo: «¿Yo?»

Al principio del caso, Odyssey se las creía felices, pensaban quedarse «con el 90% del tesoro». Así, para que el juez les dejase la custodia de las monedas prometieron y prometieron. De buen rollo. Ahora sus palabras pesan como piedras: «Daremos seguridad y tomaremos todas las medidas necesarias para la preservación de los restos del barco y su custodia» y además, como Goold hace notar en la petición de audiencia, en declaración jurada afirmaron que «todos los costes y gastos derivados del mantenimiento de los restos serán asumidos por Odyssey». Es más, también juraron que el tribunal quedaba exento de pagar cualquier gasto al respecto.
Por eso contrataron a su empresa numismática de cabecera: Numismatic Guaranty Corporation (NGC), con sede en Sarasota, Florida, con la que los cazatesoros han firmado contratos exclusivos desde 2003. Pero ahora, NGC pide a España que pague los 185.159 dólares y Odyssey, la misma empresa que correría bajo juramento con los gastos ha dicho a España que «siempre pensamos que la parte que finalmente se quedase con las monedas pagaría a NGC por los trabajos de conservación y almacén»

3.) NGC es un socio avispado

Las dos empresas, Odyssey y NGC presionan ahora para que la devolución de la carga de la «Mercedes» dictada por el tribunal de Distrito de Tampa, Florida, y ratificada por el tribunal de Apelación e incluso por el Supremo, le salga a España tan cara como sea posible y con un nuevo desgaste de imagen. NGC no solo conserva, valora y manufactura las monedas para la venta, también mantiene una postura coordinada con Odyssey, como luego se verá.

4.) Un puñado de 185.159 dólares

Numismatic Guaranty Corporation exige a España el pago previo de casi 185.159 dólares en concepto de mantenimiento y tratamiento de los objetos custodiados en su almacén. Para esta asombrosa exigencia invoca una figura legal, el derecho de retención que figura en el Capítulo 713 de los Estatutos de Florida que sirve para casas prefabricadas y todo tipo de vehículos, restos y objetos. «La entrega de las monedas no tendrá lugar hasta que nuestro derecho de retención sea satisfecho totalmente»

5.) Secretos en nombre de otros

La misma empresa NGC pidió a España en marzo de 2008 que firmase un acuerdo de confidencialidad específico, como condición para poder comprobar el estado de las monedas bajo supervisión del juez. Por supuesto el juez denegó a NGC dicha petición, expresando que «el almacén privado está actuando como un agente de Odyssey».

6.) Secretos propios

Más recientemente hemos sabido que NGC se negará a informar, según advierte Odyssey, de la composición de los líquidos en los que conserva las monedas de la «Mercedes» debido a que los considera secretos comerciales. Poco importa que España necesite saber cual es esa composición para continuar un tratamiento una vez que las monedas obren en su poder. Como no parece que NGC vaya a ceder, España ha tenido la paciencia de volver a solicitar, al menos, el nombre de las sustancias presentes o una composición aproximada que asegure un tratamiento debido de las monedas a su vuelta a España. No obstante expertos del Museo Arqueológico Nacional ya han viajado desde Madrid a Tampa para inspeccionar los contenedores

7) Las monedas alteradas y manipuladas

En un arrebato de posible optimismo, Odyssey debió de ordenar a NGC que fuera preparando las monedas de la «Mercedes» para su venta. Como custodio nombrado por el juez, la empresa de cazatesoros tendría que haberse limitado a su labor de custodia, pero sin embargo, avanzó en el proceso de separación de las monedas de plata que fueron extraídas en bloques. Este proceso no tiene como fin la conservación, sino mejorar su preparación para la venta. Además sometió a unas doscientas monedas de oro a un sellado permanente con plástico cuyo fin principal es su mejor comercialización. En los documentos del juzgado España denuncia este hecho, porque no se trata de un protector, y Odyssey no tenía autorización para realizar este tratamiento. Por ello pide que el juez pueda contemplar un ejemplar en la vista del viernes.

8) El tribunal no tiene competencia

Desde que Odyssey vio cómo incluso el Supremo de EE.UU. fallaba contra sus tesis ha puesto en práctica una táctica de tinta de calamar tendente a hacer pensar que el tribunal de Tampa no tiene competencia sobre las monedas. En ello se basa para varias triquiñuelas, denunciadas por Goold en su escrito. Como la Justicia invoca que la inmunidad soberana protege la carga de la fragata y no tiene jurisdicción sobre un bien español, Odyssey argumenta que esa falta de jurisdicción se traduce en falta de autoridad y por ello no tiene por qué devolver las monedas.

9.) Odyssey, ni custodio ni pagano

La misma causa les sirve para declarar que se sienten liberados como custodios (sin haber pagado a NGC por la custodia de las monedas) y que lo que el juez llama «devolver a España» y nuestro abogado Goold entiende que es reparar el daño de una extracción indebida, ahora debe interpretarse de otro modo. Odyssey viene a decir que lo que toca es que España se busque la vida, recoja como pueda las monedas, pague a los numismáticos del almacén y más o menos se conforme con haber ganado. Aquí tampoco se nota una gran evolución de la industria cazatesoros hacia una manera fiable de hacer negocios.

10) Aun así, si puedo me quedo con algo

También debido a que consideran al tribunal fuera de jurisdicción, han informado a España de que todos los restos que no pudieron trasladar a EE.UU. desde Gibraltar no piensan devolverlos, porque el tribunal no tiene competencia ni autoridad sobre ellos. ¿Ver para creer? Goold les recuerda un par de cosas sustantivas: Cuando pusieron su demanda sobre la propiedad de las monedas lo hicieron sobre todos los restos hallados y que se hallasen en el futuro, como garantía de que el tribunal les nombrase propietarios únicos de la carga de la «Mercedes» sin posible excepción. Ahora las palabras se vuelven contra ellos. Al no pedir que lo que queda en Gibraltar fuera tratado de modo distinto sometieron el destino de estos restos al tribunal.

Como conclusión, Odyssey sigue fiel a sí misma. Apelaron a una justicia, la estadounidense, que les ha dado la espalda, y ante la derrota hacen todo lo posible por librarse de una sentencia que ha cambiado para siempre su negocio. No están dando pasos que revelen que han comprendido esto precisamente.

Fuente: ABC


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