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La quiebra de Grecia puede ser hasta positiva

Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank

La quiebra de Grecia ya está descontada en los mercados, pero la recapitalización de los bancos será esencial y no se puede descartar su salida del euro o la de un socio mayor, como Finlandia. España puede vivir tranquila con intereses de entre un 6% y un 7%, pero a Italia se le complica la existencia con una rentabilidad para el diez años superior al 5%.

“Países como España, Portugal o Grecia han estado utilizando una tarjeta de crédito sin límite”, dice Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank. Le ha faltado decir: “Y ahora pasa lo que pasa”. En la presentación que ha realizado esta mañana en Madrid, para definir la situación de Europa pone una fotografía muy expresiva: una casa sin cimientos. Y lanza otra perla: “La zona euro no sobrevivirá sin un Ministerio de Finanzas”. Aunque Alemania no va a aceptar la emisión de Eurobonos Hace referencia al dictamen del Tribunal Constitucional germano de la semana pasada. Ya lo decía ayer Wolfgang Munchau en el Financial Times: “Si el fondo permanente de estabilidad la zona euro está al límite de la constitucionalidad según la legislación alemana, no hay ninguna duda de que los eurobonos no lo son. El veredicto del Tribunal no me deja otra alternativa que concluir que son, de hecho, inconstitucionales”. En todo caso, para Jakobsen, su emisión no ería ninguna solución: los países periféricos tendrían así la oportunidad de seguir endeudándose a bajo precio, "y ésa es la situación que hay que evitar".

Pero ello no es óbice para que Jakobsen diga que la solución a los problemas de la zona euro pasen por la política. Aunque el resultado tenga que ser como en el fútbol, un juego en el que siempre gana Alemania. En los últimos años, ha ocurrido así: con el incremento de su competitividad en un 20% en los últimos años y su superávit por cuenta corriente. Esta siuación ha generado suficientes plusvalías para Alemania como para afrontar rescates y ayudas con solvencia.

“La voluntad de los políticos por mantener el sistema tal cual está es infinita”, afirma. ¿Y cómo lo conseguirán? Jakobsen cree que de la manera más fácil: monetizando deuda. Y no sólo en Estados Unidos, donde ya se especula con una operación “twist”, es decir, un proceso por el que la Reserva Federal venderá deuda a corto plazo y comprará bonos a diez y treinta años, para bajar los costes de financiación con vistas al largo plazo y, así, dinamizar la inversión. También prevé que el Banco Central Europeo se apunte al carro de la Fed y ponga en marcha un programa de expansión cuantitativa, es decir, de compra masiva de deuda, además de seguir facilitando la financiación de los bancos. En las próximas tres semanas podríamos ver un movimiento así. Ahora que el economista jefe del Banco Central Europeo, Jürgen Stark, uno de los “halcones” de la autoridad monetaria, ha dimitido, las cosas se ponen más fáciles para las “palomas” de la autoridad monetaria europea, es decir, para los partidarios de la heterodoxia.

A este escenario, Jakobsen otorga una probabilidad del 60%. En caso de que no se haga, hay que contar con la llegada de otra crisis económica, la crisis 2.0, lo que tiene una probabilidad del 30%. Y no habría que descartar una posible japonización de Europa, escenario con una probabilidad del 10%. Pero, en realidad, cualquiera de esas opciones desembocará antes o después en esa crisis 2.0, que permitirá hacer borrón y cuenta nueva y comenzar de cero.

Pese a todo, Jakobsen no confía en el éxito de las medidas de expansión monetaria. Además, considera que cada vez tiene menos efectividad en el mercado. “El presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, ha emitido muchísimo dinero y, aunque se ha comprobado la ineficacia de sus medidas, nunca dimitirá”, afirma Jakobsen.

El dólar, al alza
En este contexto, a su juicio, el dólar va a apreciarse con respecto al euro y a la mayoría de las monedas, porque todos los bancos centrales están interviniendo para depreciar sus monedas, desde América Latina hasta Suiza. Los países van a vender su moneda y comprar dólares con lo que, según sus cálculos, el billete verde podría tener un recorrido al alza de hasta un 20%. Pero también las pequeñas monedas, como la corona sueca, por ejemplo, podrían ganar posiciones.

¿Y si quiebra Grecia?
“Sería la noticia más preanunciada de la historia”, se responde a sí mismo Jakobsen. Y, por lo tanto, ya está en precio. Por eso, en cuanto se produzca, la gente puede comenzar a comprar Bolsa. Puede ser una noticia hasta positiva. "Hoy los mercados se desploman pero, ¿ha habido alguna noticia nueva respecto a hace dos semanas? No", afirma el economista jefe de Saxo Bank. Aunque otros analistas que consideran que, para no provocar una hecatombe, la quiebra debería ser ordenada, con el acuerdo de los acreedores y con apoyo financiero de los socios comunitarios. De otra manera, se convertiría en un Lehman Brothers II.

Eso sí, la recapitalización del sistema financiero europeo será esencial. Y, posiblemente, por más de los 200.000 millones de euros que calculó el Fondo Monetario Internacional. Cuanto más tiempo pasa, más se deprecia la deuda y, por tanto, mayores son las minusvalías que se tienen que apuntar las entidades.

¿Y si se sale Grecia del euro? ¿Sobreviviría la moneda única? Dice Jakobsen que sí. De hecho, considera que ésta sería una de las soluciones al problema: salirse del euro de manera temporal y luego, volver. Y cree que es una fórmula a la que no sólo podría acogerse Grecia. Aunque, según comenta, tanto Portugal como España están haciendo todo lo posible por cumplir a rajatabla con la ortodoxia. Aunque, si la crisis continúa, puede ser un problema.

En caso de que Grecia se saliera del euro, las Bolsas, a su juicio, se dispararían.

Pero es posible que no sólo haya salidas del euro por abajo, también las puede haber por arriba. ¿Finlandia, por ejemplo? En ese caso, la respuesta en los mercados sería a la baja, con caídas de hasta un 50%.

¿Qué pasa con España?
Ahora mismo, los inversores exigen menos rentabilidad para invertir en deuda española que para invertir en deuda italiana. Una situación que según Jakobsen no tiene mucha lógica. Los intereses deberían ser similares para ambos países. Eso sí, Italia tiene menos aguante que España. El país trasalpino tiene problemas si el interés de la deuda a diez años supera el 5%. El nivel óptimo se situaría en el 4%. En cambio, en España, el nivel óptimo se situaría en el 5%, pero con un interés de entre el 6% y el 7% no tiene problemas.

Pero, en el caso de España, la prioridad es atajar el desempleo. “Viajo por todo el mundo y en ningún lugar he visto tanta desigualdad social como aquí. No hay que olvidar la situación social. Me definiría como social-liberal”, afirma.

Fuente: Finanzas.com Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank


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