Se encuentra usted aquí

Suscríbete a Sindicar

La caída del euro podría ser rápida y furiosa

El euro podría no estar aún preparado para caer, pero cuando lo haga, es probable que su descenso sea rápido y furioso.

Esto sucederá cuando la comunidad internacional de inversionistas comience a perder la fe en Alemania y cuando los bancos extranjeros comiencen a retirarse de los bancos europeos.

En lo que respecta al Banco Central Europeo, probablemente empeore las cosas en ese punto ya que tendrá que comenzar a flexibilizar aún más su política monetaria.

No hay nada nuevo sobre la resistencia del euro. La moneda única ha desafiado a menudo a sus críticos con su fortaleza en casi todas las etapas de la crisis de deuda de la zona del euro.

Esto se debe a que los inversionistas internacionales mantuvieron su fe en el proceso político que salvaría al euro, o, si querían sacar su dinero fuera de los deudores periféricos, simplemente lo invertirían en Alemania.

Ciertamente hay indicios de que esto está sucediendo nuevamente. Los inversionistas han abandonado los bonos españoles e italianos, lo que elevó abruptamente sus rendimientos, y se trasladaron a los bonos alemanes, lo que hizo caer sus rendimientos a un nuevo mínimo récord.

Si este respaldo persiste, es otro tema. Una subasta de bonos alemanes a 10 años realizada el miércoles mostró que los inversionistas tal vez estén evitando esos rendimientos bajos ya que la oferta no pudo atraer la concurrencia que se esperaba.

En esta oportunidad, lo que está en juego para el euro es mucho más, a medida que España se transforma en el próximo deudor periférico en riesgo.

Aun cuando el país acaba de introducir nuevos recortes presupuestarios con el objeto de calmar a los inversionistas de que puede cumplir con sus metas de déficit, los inversionistas no están impresionados. De hecho, los inversionistas están inclinados a pensar que una continua contracción de la economía española hace insostenible la posición fiscal del país y que una cesación de pagos de la deuda soberana se está haciendo inevitable.

El problema para el euro es que, contrariamente a Portugal, Grecia e Irlanda, España es probablemente demasiado grande como para ser rescatada.

Aunque la Unión Europea acordó un fondo de rescate de EUR800.000 millones el mes pasado, el monto probablemente no sería suficiente para cubrir el déficit de las crecientes necesidades de financiamiento de España.

Esto se produce en un momento en el que el reciente programa de financiamiento del BCE para ayudar a los bancos europeos parece estar perdiendo fuerza.

Los préstamos baratos para los bancos, destinados a ayudarlos a respaldar sus mercados locales de bonos, tal vez hayan mantenido bajos los rendimientos en muchos países periféricos en los últimos meses. Pero eso también significa que esos bancos ahora están más expuestos a una cesación de pagos de la deuda soberana de lo que estaban antes.

Allí es donde las perspectivas para el euro se vuelven realmente inquietantes.

Si los bancos extranjeros se retiran de los bancos europeos al mismo tiempo que la confianza de los inversionistas en la economía Alemania se desvanece, entonces el respaldo al euro podría caer en picada desde todos los costados.

Si se suma la posibilidad de que el BCE nuevamente relaje su política para ayudar a la región y a la moneda única, que se ha mantenido tan bien por sobre los US$1,30 durante la mayor parte de este año, el banco probablemente se encontrará bajo una mayor presión de venta de la que ha enfrentado anteriormente en esta crisis.

Fuente: The Wall Street Journal Americas

Tags: 

Comparte esta noticia en: